16 abr 2013

Big girls don't cry

A medida que creces maduras con el tiempo. Lo que te hace fundamentalmente madurar y hacer que tu corazón resista las cosas que se le presenten lo deciden los trompazos que te da la vida, la vuelta estilo trompo que da la misma y las lágrimas que derramas junto con las caídas que sufres, derrochando gran parte de la energía que entonces tenías. Aquí es donde se manifiesta una vez más, queridos lectores, lo que siempre afirmo y lo que siempre tendré en la cabeza: la estupidez humana. ¿Qué podemos hacer para solucionarlo? Simplemente nada. He llegado a la conclusión de que la estupidez para la raza humana, especialmente para el sexo femenino en el sentido sentimental, es algo que nace con nosotros. Algo de lo que no podemos prescindir. Algo que siempre tendremos, como el dejarnos llevar por las apariencias y no por la experiencia. Muchas veces tenemos esa virtud de maduras. A algunas personas no les nace ese don, porque es un don de la vida. Y otras, en algunas ocasiones, tienen la desgracia de tropezar siempre con lo mismo, por mucho que digan que agua pasada no mueve molinos, es totalmente incierto. Lo verdaderamente cierto aquí es que donde hubo fuego, cenizas quedan.