7 sept 2012

No hay mal que por bien no venga.

Yo no soy la persona que va a decirte te quiero en los días señalados. Por muy extendido que sea mi vocabulario, tal vez nunca encuentre las palabras adecuadas para expresar lo que eres para mí. Tienes que saber que mi cabeza funciona de manera diferente, olvido las fechas importantes y comprar regalos me agobia. Es posible que en ocasiones no tenga una amplia sonrisa que regalarte. Pero tienes que saber que estoy aquí. Estoy ahí contigo. Tienes que saber que cada día pienso en ti. Siempre. Siempre hay algo, por pequeño que sea, que me recuerda a ti, que hace que me sienta cerca, extrañamente unida a ti. Y cuando me pidas que te acompañe al fin del mundo, cuando quieras que sea cómplice de tus más puras locuras... ahí estaré. Y lucharé por ti, aunque sea en silencio. Y aguantaré por ti el frío y las lágrimas y el dolor, como si fueran míos.
Porque las palabras se olvidan... pero los hechos permanecen intactos en el tiempo.