Una más

Al final, acabas dándote cuenta de que sí, que ha sido un buen amigo y una mala pareja contigo. No tienes más remedio que admitir que has perdido esta batalla momentáneamente, que apechugas de los errores pero aún así no tienes más remedio que seguir adelante porque no quieres dejar de hablar con él. Al final, acabas siendo la persona que desea su bien y la que siempre ha estado ahí, apoyando sus progresos sí, con esa cabrona. Y, sobre todo, al final esperas que un día se acabe dando cuenta.